lunes, 30 de enero de 2012

Capítulo 1: El nacimiento


Capítulo 1: El nacimiento
15 de agosto  de 1997. Covington, Luisiana.
Era una noche  nublada en Covington, Luisiana. Amenazaba con llover, algo que solo haría empeorar la situación reinante en la casa de los Somerhalder. Katherine, la señora de la casa, se encontraba dando a luz a su segundo hijo. 
Era una familia tradicional, ya que a pasar que ya existían los hospitales, todas las mujeres de esta familia habían traído a sus hijos al mundo en casa. Pero eso si, siempre atendidas por los mejores médicos, ya que eran una familia muy importante y poderosa, dueña de una empresa farmacéutica.
Damon, se encontraba fuera de la habitación que compartía desde hace varios años con su mujer. Junto a el estaba Ian, su primogénito de 10 años, que esperaba con ansias la llegada de su hermana o hermano.  Ambos se encontraban impacientes, Katherine se encontraba en trabajo de parto desde las 10 de la mañana y ya eran las nueve, y aun no nacía el o la bebe.
Cuando Damon irrumpió en la habitación, su mujer lanzó un grito desgarrador que llenó de temor su corazón y el de su hijo.
—Tienen que salir—ordenó el doctor—esta apunto de dar a luz—.
—No voy a salir de aquí por ningún motivo. Me quedo junto con mi esposa a esperar a nuestro hijo.
—Como usted quiera señor Somerhalder—le respondió el doctor que fue interrumpido por otro grito de Katherine—Tranquila señora, inhale y exhale, y no se olvide de pujar.
—Claro doctor. Lo que usted diga. Damon dame la mano—pidió casi sin voz Kate.
Y el trabajo de parto se prolongo diez minutos más, en los cuales Kate sintió que se le iba la vida, pero no dijo nada para no preocupar a su esposo.  
Al final, se escucho el chillido de un bebe que reclamaba oxigeno.
— ¿Qué es? Damon, ¿Qué es?—pregunto ansiosa Kate con un hilo de voz.
—Una niña, una hermosa y saludable niña. Eso es lo que tuvieron—contestó el doctor.
—Damon, Damon. Pásamela por favor. Quiero verla.
—Toma, amor. Ves, esta hermosa.
—Si, lo veo—replicó Kate mientras tomaba a su pequeña y frágil hija en brazos—Debemos llamarla Elizabeth, en honor a Elizabeth de Inglaterra y a su abuela. Por favor.
—Por supuesto que se llamará Elizabeth.
—Gracias amor. No olvides que te amo.
— ¿Por qué hablas así cariño?—preguntó extrañado su esposo.
—Por el simple hecho de que a llegado mi hora, y me puedo ir en paz. Nunca lo olvides te amo. Y dale a nuestra pequeña el collar que llevo, la cuidara y dile que la amo—y después de esta palabras, Katherine perdió fuerzas y cerro los hermosos  ojos castaños que su hija heredaría.
—No. Kate. Katherine. No. No me dejes a mí ni a tus hijos. Kate. Responde—dejo desesperado Damon—Doctor haga algo.
—Salga inmediatamente y llévese a su hija—ordenó el doctor.
10 MINUTOS DESPUÉS
—En verdad lo siento. Hicimos todo lo que pudimos pero su esposa ya estaba muerta—comunicó el doctor a un preocupado Damon y aun perdido Ian.
— ¡No!—gritó Damon mientras rompía en llanto y se desplomaba.


DOS DÍAS DESPUÉS
En un cementerio Damon y su hijo recibían mensajes de re-confortamiento de sus seres queridos, después de la ceremonia religiosa en memoria de su esposa. 



MOMENTOS DESPUÉS
— ¿Qué piensas hacer hermano?—pregunto un tipo alto y musculoso de ojos verdes y cabello castaño llamado Stefan.
—Pues no puedo seguir viviendo aquí. Todo me  recordaría  a ella. Me iré a Los Ángeles a atender de mejor forma el negocio. Tú puedes encargarte de los demás asuntos aquí hermano.     
—Claro, hermano. Te comprendo y apoyo tu decisión y ¿Qué harás con tus hijos?
—Contratare a una niñera para que cuide de ambos cuando yo no pueda hacerlo, pero voy a intentar estar lo más pendiente de ellos. Me iré la próxima semana, cuando deje todo listo aquí y tenga una casa a la que llegar.
—Entonces, creo que es el adiós Damon. Saldré de viaje con Elena y regresare cuando te hayas ido para hacerme cargo de todo aquí.
—Adiós Stefan, hermano mío. Y gracias por tu apoyo y el de Elena. Ojala  nos volvamos a ver, porque no pienso regresar.
—Iremos de visita si el destino lo permite—replicó Stefan mientras abrazaba a su hermano diciéndole adiós quizá para siempre.

SEIS AÑOS DESPUÉS                           
Era el primer día de clases para Elizabeth. Se encontraba sentada, esperando el comienzo de la clase. Su padre había ido a dejarla a ella y a su hermano.
Ella estaba ansiosa y nerviosa, nunca antes había estado en una escuela, ni siquiera fue al jardín de infantes, debido al simple hecho de que había sido educada en casa. Y temía no poder acoplarse y no llevarse bien con sus compañeritos, ya que le costaba hacer amigos y sumándole el hecho de que era considerada una niña demasiado inteligente, nadie la aceptaba.
El timbre sonó y un niño de rizos rebeldes y cara angelical tomo asiento junto a ella.
—Debes ser la nueva, Nick Jonas. Un gusto en conocerte.
—Elizabeth Somerhalder—contestó tímida la niña.
—Hey, no tengas miedo, no como—dijo Nick con una sonrisa.
—Es que casi no he tratado con otros niños y no tengo amigos.
—Pues yo seré tu amigo para toda la vida y tal vez algo más—contestó Nick riendo.
—Si amigos para siempre y tal vez algo más—ratificó Elizabeth sin saber cuan verdaderas eran estas palabras.

Hasta aquí publico, espero les haya gustado, porque personalmente lo encontre algo aburrido y como que le falto algo.  Y a esperar el proximo capítulo.
Tendran que esperar porque estoy de regreso a clases y esta pesado re-adaptarse.
Kisses
Frida