viernes, 7 de septiembre de 2012

Capítulo 1 Fiesta de cumpleaños


Novela Nunca me abandones


Capítulo 1 Fiesta de cumpleaños
Todo comienza con mi cumpleaños número 16 y con el diario que recibo de parte de la tía Elena. Tía que siempre, hasta ahora me ha dado buenos regalos, útiles. Pero por primera vez, me da algo a lo que no le encuentro utilidad, por que ¿de que me serviría un diario si tengo un blog donde esta mi vida contada junto con las locas historias que saco de mi loca cabeza?

Pero no tengo otra opción que el aceptarlo con una sonrisa, prometiendo que lo usare.

Y después de ese incomodo momento paso a los demás regalos que aun siguen apilados en la mesa redonda, donde fueron colocados los regalos que no eran de mis familiares.

Miro las grandes cajas, mientras pienso cual debo escoger. ¿Cual es la caja que contiene lo que me de alegría y lleve una sonrisa genuina a mi rostro?

Me encuentro en eso de analizar las cajas cuando algo me llama la atención. Un estuche de terciopelo rojo, demasiado pequeño en comparación con las demás cajas.

Al tomarla puedo apreciar los delicados ornamentos de metal y brillantes incrustados, que solo aumentan mi curiosidad. Así rápidamente la tome entre mis manos y al abrirla puedo ver un colgante en forma de mariposa o corazón dependiendo del ángulo en que se mire y  hecho en lo que parece es plata pura. La caja no contiene tarjeta alguna, pero deduzco quien de los presentes puede permitirse tan caro regalo: los Jonas. Familia que años atrás llegara a nuestro barrio a vivir junto con sus hijos, de los que pronto toda mi familia nos hiciéramos amigos.

Cuando levanto la mirada para agradecerles el regalo, esta se encuentra con la de Nicholas, uno de los hijos menores junto con el pequeño Frankie. A su lado se encuentra el resto de su familia. Sus padres, sus hermanos Joe, Frankie y Kevin, este último acompañado de su esposa Danielle.
Todos ellos han sido mis amigos sin mencionar que Danielle es la mejor amiga de mi hermano mayor y como la hermana que no tuve y siempre quise.

—Gracias por el regalo—les digo inclinando la cabeza, en dirección de Denisse y Paul mientras sentía que Nick tenía la vista clavada en mí.
—No tienes que agradecer—dijo Denisse—Te lo damos de todo corazón por ser de los que nos aceptaron sin preguntas—ante esas palabras algunos de los vecinos invitados se removieron incómodos.
—Aun así debo decir gracias, esta hermoso el collar.
—Una cosa hermosa para adornar el cuello de una persona aun más hermosa—dijo Paul—O eso al menos es lo que dijo Nick cuando escogió el regalo—ante eso ambos nos volteamos a ver sonrojándonos.
—¿Tu lo escogiste?—pregunté sorprendida.
—Si. Lo escogí—respondió mientras veía al suelo—Me pareció que te gustaría y aun no olvido la vez en que me dijiste que te gustaban las mariposas—y esto lo dijo viéndome a los ojos, como intentando descubrir si yo lo había olvidado.

Pero… Como olvidar aquella tarde en la que recibiera mi primer beso. Como olvidar todos los sentimientos que me recorrieron al sentir sus labios contra los míos, los de una niña inexperta en esos temas.

Acaba de cumplir los once años. Mi corazón comenzaba a latir y las manos a sudar con tan solo ver el cabello rizado de Nick o sus ojos o el al completo. Acababa de entrar a la adolescencia y mis sentimientos se habían magnificado como los de un vampiro. Pero nunca me atreví a decirle lo que sentía hasta que un día en el que nos habíamos quedado solos, estudiando el me beso y me dijo que tenía los mismos sentimientos para conmigo que yo para con el. Y me había preguntado que cosas me gustaban mas y yo había respondido que las mariposas, porque soñaba con poder volar libre como ellas.

—Pero lo considero un regalo demasiado caro—replicó mi madre, situada atrás de mí, regresándome a la realidad con sus palabras.
—En Estados Unidos se celebran los 16 años y es cuando se dan los mejores regalos—dijo Joe—Además es un regalo de toda la familia, todos colaboramos para comprarlo. Y es un regalo no se puede devolver—y todos reímos con sus palabras.
—Bueno dejemos las discusiones ¿Quién me lo puede poner?—pregunté ante lo cual se ofrecieron el pequeño Frankie, mi hermano pequeño Matías y Nicholas.
—Creo que debería ayudarte a ponértelo el que lo escogió para ti—intervino mi hermano mayor Carlos antes de que yo pudiera quebrarme el seso para escoger a uno.
—De acuerdo—dijimos los dos al mismo tiempo, mientras el se acercaba a mí, tomando la caja de mis manos y yo echaba mis cabellos a un lado del cuello.

Sentí sus manos, acariciando mi cuello, al colocarlo. Haciéndome temblar con el roce de sus dedos.
Cuando se separo de mi sentí que el mundo se acabaría.
 —Tenías razón al decir que se le vería muy bien—dijo Kevin a lo que los presentes asintieron.
—Te ves hermosa—dijo Frankie al cual abrace en forma de agradecimiento.
—Gracias—dije sonrojándome, mientras pensaba vaya forma de reencuentro con Nick. Años sin verlo, desde que partiera a la escuela militar y ahora yo con mi vergüenza me la pasaba sonrojándome. ¡Oh, Nick! Mi primer amor, mi primer beso, mi primer novio y la…primer ruptura de corazón.

En definitiva necesitaba un momento a solas. Así que tras asentir con mi cabeza en dirección de la familia Jonas me decidí a dar un anuncio: Gracias a todos por haber venido a mi fiesta y por sus regalos. Los abriré cuando este a solas. Son muchos y creo que todos preferirían continuar con la celebración, en lugar de verme abrir bolsas y cajas.

Mi madre me miró con cara atónita. Normalmente no era tan directa.  Normalmente no decía lo que sentía o pensaba. Esa no era la forma de ser para alguien como yo. Alguien que vivía en un barrio respetable de Atlanta. No era la forma de comportamiento para una chica de sociedad y perteneciente a una familia que había tenido que escapar de su país, México para salvar la vida por ser perseguidos políticos de gobierno. Esa no era yo.

Tras mi muestra de pocos modales, subí prácticamente corriendo a mí habitación en el segundo piso. No se como pude llegar tan rápido si las piernas me temblaban. Pero, aun con eso, pronto pude estar en mi cuarto admirando el paisaje natural que se conservaba en el barrio. 
Pero ni admirando los grandes árboles dejaba de estar tan exaltada. Mis manos sudaban y la frente la sentía arder al igual que mis mejillas.

Mi tumbe sobre el colchón en el momento en que sentí mi teléfono vibrar dentro de la bolsa de mi vestido verde.

Al verlo en la pantalla encendida ponía un mensaje proveniente de Jorge, mi mejor amigo. Me avisaba que su coche, una vieja carcacha comprada con los ahorros de su primer empleo, había vuelto a fallar y tardaría en llegar a la fiesta. Algo que solo aumento mi nerviosismo.

Jorge
Lo había estado esperando desde el momento en que desde el piso superior viera entrar a Nicholas a mi casa. Lo necesitaba. Necesitaba a la única persona que me entendía de verdad. La persona que con escucharme y decirme algunas palabras me volvía valiente. Necesitaba su consejo de cómo enfrentarme a Nick, de cómo tratarlo.

Mis manos aun temblaban cuando le respondí que no se preocupara, no tenía inconveniente alguno con su tardanza. Y el sentimiento me invadió. Ese que me hacia sentir que no quería que la fiesta continuara porque si lo hacia me vería obligada a bajar y tratar con Nick.
Alguien llamó a la puerta y antes de que pudiera responder un adelante, mi madre entro en la habitación.

—¿Ten encuentras bien cariño? —me preguntó y se sentó en la esquina de la cama mientras yo me reincorporaba.
—Si, estoy bien—le contesté poniendo la sonrisa de felicidad mas falsa de mi repertorio.
—¿Y tu crees que yo me chupo el dedo?—objetó poniendo mala cara.
—¿En serio? ¡No me digas!—dije tras poner cara de sorpresa—Yo ya lo sospechaba.
—Chamaca payasa—me regañó mi madre y mirándome a la cara me dijo: —Te afecto el verlo. ¿No?
A mi madre no podía mentirle así que lo acepte.
—Si. Estoy muy nerviosa. No tuve tiempo de prepararme mentalmente para el momento de volver a verlo, ni de sacar valor para tratarlo como a un conocido o viejo amigo. ¿Por qué no me dijiste que volvía?
—No lo sabía—contestó ella—Para mi también fue una sorpresa.
—Aja. Ahora soy yo la que se chupa el dedo. Y tú…Como no lo ibas a saber—dije sarcástica—Eres la mejor amiga de Denisse mamá. Debía haberte mencionado algo.
—¿En verdad crees que te ocultaría algo tan importante?—me preguntó—Se como te afecta Nicholas Jonas, Claudia. Se lo se siente. Yo lo viví con mi primer amor.
—Que evidentemente no fue mi padre.
—No. No lo fue. Debes saber y entender que normalmente no terminamos a lado del primer amor o con nuestro gran amor. Y creo que es hora de que salgas de esta habitación señorita. Una fiesta no puede seguir si no esta la festejada—y levantándome a la fuerza, me llevo a rastras rumbo a las escaleras, donde me empujo para obligarme a bajar. Algo que provoca que por poco callera sobre Joe.
—Mete el acelerador—dijo al verme y tras sentir el golpe que le tuve que dar para moverlo y recuperar el equilibrio—Baja la velocidad, que casi me matas.
—Créeme que no era mi intención acabar con la vida del guapísimo, egocéntrico de Joe Jonas. Si lo hiciera o si quiera lo intentara todas tus lindas fans me linchan. Y buscarían la forma de revivirte y si no lo logran estallaría la tercera guerra mundial.
—Que graciosa—dijo poniendo mala cara—Al menos por mí harían algo. No que tu, nadie te extrañaría. Tras tu muerte pasarías al olvido.
—Gracias por recordarme que no soy nadie.
—Claudia—me dijo con cara de consejero zen—No te esponjes. Vive la vida. Disfruta tu fiesta. Relájate.
Y una voz a mis espaldas en ese momento intervino para evitar que siguiéramos con nuestro intercambio de frases.
—Claudia—me llamó Frankie--¿Querrías bailar conmigo? Ninguna de las demás niñas quiere hacerlo.
—Claro que sí—le conteste para que dejara de lado su congoja—Yo nunca desaprovecharía la oportunidad de bailar con alguien tan guapo y apuesto como tu.
—¿Y que dirías respecto a mí?—habló una voz que mi mente recordaba y tenía registrada como hermosa—¿Desdeñarías un baile conmigo?
—Eso sería una falta de respeto—contesté sería—Y más si se le niega un baile a alguien quien lo pide de forma tan respetuosa.
—Pero bailara contigo después de que haya bailado conmigo—intervino Joe.
—Y tu bailaras con ella después de que yo lo haya echo—apuntó el pequeño Frankie dirigiéndose a Joe y tomando mi mano, de una forma posesiva.

Nos dirigimos al vestíbulo de la casa, donde la música sonaba, seguidos por la mirada de Nick.
Nos movíamos sin seguir ninguna regla específica de baile. Lo importante era disfrutar de la música, sentirla en el cuerpo y así el tiempo voló y en un momento me encontré en el fin de mi pieza con Joe.

—Te dejo querida—habló con sonrisa picara—Si te acaparo mas tiempo Nick me asesinara.
—Esta bien—acepte y me quede parada en medio de la pista de baile y Nick se acerco.
—Al fin podre pasar un momento contigo—me dijo. Comenzábamos a movernos cuando alguien conocido apareció detrás de Nick.
—¡Al fin llegaste enano! —grite pasando de Nick y lanzándome a los brazos de mi querido mejor amigo—Creía que no llegarías.
—¿Y dejarte sola en tu cumpleaños?—me preguntó—Nunca nena. Felices 16.
—Coff—tosió falsamente alguien detrás de mi amigo—Hola Claudia.
—Jason—le salude al ver a mi antiguo novio. El chico en el que me había refugiado en mis fallidos intentos de sacar a Nick de mi cabeza y corazón. Lo había roto y sabía que estar aquí era doloroso para el.
—No es por interrumpir pero Claudia me debes un baile—intervino Nick.
—Te la devuelvo—dijo mi amigo empujándome hacia Nick. No tendría su consejo para como tratarlo. 

Regresamos a la pista y comenzamos a movernos al ritmo de la desenfrenada música. Don´t Stop de Fosther the people era de mis canciones favoritas. Pero era el final. La canción paso a una parecida a un vals. Utopia de Within Temptation.

(Den play y lean entre lineas)
The burning desire to live and roam free

It shines in the dark
And it grows within me

You’re holding my hand but you don't understand
So where I am going, you won't be in the end

I’m dreaming in colors
Of getting the chance
Dreaming of china, the perfect romance

The search of the door to, open your mind
In search of the cure of mankind
Help us, we're drowning
So close up inside
Why does it rain, rain, rain down on utopia?
Why does it have to kill the ideal of who we are?
Why does it rain, rain, rain down on utopia?
How will the lights die down, telling us who we are?

No tuve remedio que pegar mi cuerpo al de el. Bailamos en silencio, sin decirnos absolutamente nada. Hasta el momento en que nuestros ojos se encontraron diciéndolo todo

I'm searching for answers, not given for free
You're hurting inside, is there life within me?

You're holding my hand but you don't understand
taking the road all alone in the end*
I'm dreaming in colors, no boundaries are there

I'm dreaming the dream, and I'll sing to share
In search of the door, to open your mind
In search of the cure of mankind
Help us, we're drowning
So close up inside
Why does it rain, rain, rain down on utopia
Why does it have to kill the ideal of who we are?
Why does it rain, rain, rain, down on utopia?
How will the lights die down, telling us who we are

Why does it rain, rain, rain down on utopia
Why does it have to kill the ideal of who we are?
Why does it rain, rain, rain down on utopia
How will the lights die down, telling us who we are
Why does it rain?  

La canción termino y salimos de aquel lugar. Como si  lo hubiéramos acordado.

_________________________________________________________________________________
Hasta aquí mis queridas lectoras. Que les pareció? 



2 comentarios:

  1. Me encanta ajskhjf, Nicky Nicky, ti amo Nicky. x

    ResponderEliminar
  2. eclbnrejcbrkjvbtkjvbkrjvbr OMG! imaginame bailando con el inútil de Jerry dlcjnedbjce :') me mato!!

    ResponderEliminar